Empieza tu día con este ejercicio espiritual el cual te dará el impulso de energía que te acompañara durante todo el día. Las rutinas habituales para el alma si funcionan; al repetir éste ejercicio adquirirás disciplina, tesón, perseverancia, ahínco y te llenará de felicidad. Lee el siguiente evangelio para hoy con meditación del Papa Francisco, suscríbete y a vuelta de correo lo recibirás los días que sea publicado.
¡Amor a Dios es amor al prójimo!
Marcos 12,
28-34. Cuaresma. En esta Cuaresma, sigamos el camino de Cristo a su Pascua, de
entrega, de amor total.
Del santo Evangelio según san Marcos
12, 28-34
En aquel
tiempo, uno de los letrados se acercó a Jesús y le preguntó: ¿Cuál es el
primero de todos los mandamientos? Jesús le contestó: El primero es: Escucha,
Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios,
con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus
fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro
mandamiento mayor que éstos. Le dijo el escriba: Muy bien, Maestro; tienes
razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de Él, y amarle con todo
el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo
como a sí mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios. Y Jesús,
viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: No estás lejos del Reino
de Dios. Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas.
Oración introductoria
Hola, Jesús,
aquí estoy para dialogar contigo. A mí me gusta estar a tu lado y agradarte. Y
para hacerlo, quiero amarte más y vivir la caridad con mis próximos. Ya que Tú
me pides que no sólo te ame a ti, sino que también ame a mi prójimo. Por eso,
te doy las gracias, Jesús, amigo mío, porque me has hecho caer en la cuenta de
la primacía que tiene el amor en mi vida: amor a ti y amor a mi prójimo. Sólo
te pido que me enseñes a amar como Tú me has amado.
Petición
Enséñame a
amar a mi prójimo y a tener una amistad con él, al igual que la tengo contigo.
Meditación del Papa Francisco
Para conocer
a Dios nuestro intelecto, la razón es insuficiente. Dios se conoce totalmente
en el encuentro con Él, y para el encuentro la razón no basta. Hace falta algo
más:
¡Dios es
amor! Y sólo por el camino del amor puedes conocer a Dios. Amor razonable,
acompañado de la razón. ¡Pero amor! '¿Pero cómo puedo amar lo que no conozco?';
'Ama a los que tienes cerca'. Y esta es la doctrina de los dos mandamientos: El
más importante es amar a Dios, porque Él es amor; Pero el segundo es amar al
prójimo, pero para llegar al primero debemos subir los escalones del segundo:
es decir, a través del amor al prójimo llegamos a conocer a Dios, que es amor.
Sólo amando razonablemente, pero amando, podemos llegar a este amor.
Es por eso
que debemos amarnos los unos a los otros, porque el amor es de Dios y quien ama
ha sido engendrado por Dios. Para conocer a Dios hay que amar. (Cf Homilía de
S.S. Francisco, 8 de enero de 2015, en Santa Marta).
Reflexión
Gracias a la
pregunta del letrado sabemos a cuál de las numerosas normas que tenían los
judíos -tenían más de seiscientas- le daba más importancia Jesús. La respuesta
no se hace esperar y responde claramente: "amarás al Señor tu Dios con
todo tu corazón y a tu prójimo como a ti mismo".
No sin razón
el Papa Benedicto XVI recalca en sus mensajes para cuaresma la necesidad
urgente de defender el derecho a la vida de los no nacidos, de los ancianos, de
los enfermos y de todo hombre sobre esta tierra. Porque también ellos son
nuestro prójimo y como tal debemos respetarlos y amarlos.
Por ello,
vale la pena recordar que, antes de ir a comulgar se nos invita a dar la paz a
los que tenemos al lado, como representantes de todos los que encontraremos a
lo largo del día. Tomemos conciencia por tanto de que recibimos a Cristo,
modelo de cómo hay que amar y darnos a nuestros hermanos. Modelo de cómo
debemos entregarnos a los demás y ser pan partido para ellos.
La cuaresma
consiste en seguir el camino de Cristo a su Pascua. Y ese camino es de entrega,
de amor total.
El Santo
Padre nos ha mencionado que tenemos que llenarnos completamente del amor de
Dios. Esto se puede lograr, ya que San Pablo nos da un gran ejemplo cuando
dice: «No soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí». Es verdad. Todos los
que están con Jesús y saben amarlo al igual que al prójimo, pueden parecerse a
Jesús, que siempre nos muestra un gran ejemplo de amor al Padre y a los demás.
Por eso, en este día, Cristo nos quiere invitar a acercarnos más al Reino de
los cielos sabiendo amarle por medio del prójimo.
Propósito
Hoy viviré
la caridad con mi prójimo y rezaré un Padrenuestro por todos los que buscan ser
amados por Dios para que Él los cuide.
Diálogo con Cristo
Señor Jesús,
después de meditar a tu lado cómo puedo amarte a través de mi prójimo, te doy
gracias por enseñarme a amar, sabiendo que no sólo necesito amar a aquella
persona que menos quiero, sino que también puedo amar al que lo necesita.
"No
basta con que digamos: Yo amo a Dios pero no amo a mi prójimo". (Madre
Teresa de Calcuta)
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