27 noviembre 2017

¿Qué le puedo dar al que todo lo tiene?

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Oración preparatoria 
Señor, vengo a tu presencia en este nuevo día. Ayúdame a estar en silencio para escuchar tu voz y saber lo que quieres de mí. Y concédeme la gracia de cumplir tu Voluntad.

Del santo Evangelio según san Lucas 21,1-4
En aquel tiempo, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que echaban sus donativos en las alcancías del templo. Vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas, y dijo: "Yo les aseguro que esa pobre viuda ha dado más que todos. Porque éstos dan a Dios de lo que les sobra; pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir".

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Quizá ésta es mi pregunta al pensar las maravillas que Dios ha hecho en mi vida y, por qué no, también todas las dificultades que he tenido.


Jesús hoy nos pone dos ejemplos, un rico y una viuda, pero aquí el Señor no le presta tanta importancia a cuánto dan, sino a cómo dan. Sus actitudes del corazón no pasan desapercibidas ante el Señor.

Perfectamente la viuda se pudo guardar una de las monedas ¿Quién se iba a dar cuenta? Talvez el rico pudo ayudar con sus recursos a un pobre en secreto ¿Quién lo iba a notar?

Cada uno de nosotros es "la viuda y el rico" al mismo tiempo. En nuestra mano tenemos la oportunidad para darlo todo, o dar lo que nos sobra.

El Señor lo tiene todo, pero hay algo que necesita, nuestro sí a Él. María dio un sí rotundo y le entregó al Señor toda su existencia y "dichosa la han llamado todas las generaciones".

¿Le vamos a dar hoy lo que nos pide?

La viuda de este pasaje del Evangelio, que Jesús nos muestra, era una viuda que tenía su única esperanza en el Señor. Y Jesús, mientras observaba a los que echaban donativos en el templo, vio que ésta había lanzado sólo dos pequeñas monedas y dijo: "Esa pobre viuda ha echado más que todos porque todos esos han contribuido a los donativos con lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad ha echado todo lo que tenía para vivir".
(Homilía de S.S. Francisco, 23 de noviembre de 2015, en santa Marta).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy me desprenderé de algo que me cueste y lo regalaré a alguien que lo necesite.

DespedidaTe damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

26 noviembre 2017

Jesús, el…

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Oración preparatoria 

Señor, estoy en tu presencia, ilumina los ojos de mi corazón para que pueda verte. Persuade los oídos de mi corazón para que pueda escucharte. Inflama el corazón de mi corazón para que pueda amarte.

Del santo Evangelio según san Mateo 25,31-46

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante él todas las naciones, y él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda.

Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme’. Los justos le contestarán entonces: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?’ Y el rey les dirá: ‘Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron’.

Entonces dirá también a los de la izquierda: ‘Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron’.



Entonces ellos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos?’ Y él les replicará: ‘Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con uno de aquellos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo’. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna".

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
En España, un hombre que subió al trono como Alfonso X acabó siendo llamado el Sabio. Este rey era poeta y excelente músico. En Inglaterra, Ricardo, Corazón de León, fue llamado así por su "valentía" en las Cruzadas. María Tudor fue llamada "La Sangrienta" por las masacres que desató contra los protestantes. Muchos reyes terrenos pasan a la historia con un ápodo que los caracteriza. Cristo, el Rey Eterno no ha pasado a la historia, vive y reina hoy y también tiene un nombre: Él es Jesús, el misericordioso y justo.

Hoy es un día para alegrarse. Tenemos un rey: Jesucristo. Ésta es nuestra fiesta porque nosotros somos sus súbditos. Pero… ¿qué hace a este rey diferente a todos los demás reyes?

Este rey es justo y misericordioso. Decía santa Teresita de Lisieux que Dios es verdaderamente justo porque es tremendamente misericordioso. Él sabe que estamos hechos de polvo y nos juzga según este polvo. En esta fiesta de Cristo Rey las palabras que más deben sonar en nuestros corazones son misericordia y justicia. Cristo nos pide una cosa: que así como Él ha sido misericordioso con nosotros, así seamos misericordiosos y justos con los demás.

Cuando somos misericordiosos y justos con nuestros hermanos lo somos con Cristo. Cuando somos indiferentes o fríos con el prójimo lo somos con Cristo.

Pídamosle a María, que es madre de misericordia, que nos ayude a tener un corazón como el suyo para ser misericordiosos y justos con nuestros hermanos.


Estamos llamados a servir a Jesús crucificado en toda persona marginada, a tocar su carne bendita en quien está excluido, tiene hambre o sed, está desnudo, preso, enfermo, desempleado, perseguido, refugiado, emigrante. Allí encontramos a nuestro Dios, allí tocamos al Señor. Jesús mismo nos lo ha dicho, explicando el "protocolo" por el cual seremos juzgados: cada vez que hagamos esto con el más pequeño de nuestros hermanos, lo hacemos con él.
(Homilía de S.S. Francisco, 29 de julio de 2016).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Haré una obra de misericordia de las que Cristo me propone en el Evangelio.

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

25 noviembre 2017

LO QUE ESCONDÍAN MIS OJOS

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LO QUE ESCONDÍAN MIS OJOS

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Testimonio de vida, fe y esperanza con el que Dios me ha sanado de odios, resentimientos, complejos, pesimismo, ansiedad y depresión mirándome a los ojos del alma en donde escondían mis secretos más dolorosos.

En navidad, celebramos al Niño Jesús que es hijo de Dios. En Él, Dios nos mostró su rostro humano, para salvarnos y amarnos desde la tierra. Jesús Cristo es Luz, amor, perdón y alegría para todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Lamentablemente el verdadero sentido de celebrar el nacimiento de Cristo se ha transformado en un mero intercambio de regalos donde se olvida la verdadera esencia, EL RENACER en Cristo Jesús junto a nuestra familia. Por todo esto, regala esta grandiosa obra a tus seres queridos, amigos y conocidos.


Dios los bendiga.








Un Dios de vivos

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Oración preparatoria 
Ilumina, Señor, mi mente para poder pensar en Ti; forma mi inteligencia para saber qué quieres de mí; enciende mi corazón para poder amar sin medida; da fuerza a mi voluntad para poder cumplir tu voluntad.

Del santo Evangelio según san Lucas 20, 27-40

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús algunos saduceos. Como los saduceos niegan la resurrección de los muertos, le preguntaron: "Maestro, Moisés nos dejó escrito que si alguno tiene un hermano casado que muere sin haber tenido hijos, se case con la viuda para dar descendencia a su hermano. Hubo una vez siete hermanos, el mayor de los cuales se casó y murió sin dejar hijos. El segundo, el tercero y los demás, hasta el séptimo, tomaron por esposa a la viuda y todos murieron sin dejar sucesión. Por fin murió también la viuda. Ahora bien, cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa la mujer, pues los siete estuvieron casados con ella?".

Jesús les dijo: "En esta vida, hombres y mujeres se casan, pero en la vida futura, los que sean juzgados dignos de ella y de la resurrección de los muertos, no se casarán ni podrán ya morir, porque serán como los ángeles e hijos de Dios, pues él los habrá resucitado.

Y que los muertos resucitan, el mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven".

Entonces, unos escribas le dijeron: "Maestro, has hablado bien". Y a partir de ese momento ya no se atrevieron a preguntarle nada.


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Somos hijos de Dios en esta vida y en la resurrección. Antes de ser casado o divorciado, antes de ser padre o hijo, antes de ser santo o pecador, debemos tener presente que somos hijos de Dios. Qué cosa tan importante y al mismo tiempo tan acostumbrados de escuchar.

Ser hijo de Dios es la mayor dicha que nos pudieron haber dado. No hemos conseguido ningún mérito para ser adoptados por Dios. Él nos vio abandonados en las tinieblas, solos y sin hogar, sin amor, sin todo aquello que un padre puede dar. Se podría pensar que Dios derramó la primera lágrima al ver al primer hombre pecar.

Es aquí cuando Dios, compadecido, en un misterioso acto de amor, nos mandó a su hijo único. Es así como cada uno de nosotros, en el momento en que rociaron agua sobre nuestras cabezas, escuchamos con oídos de niño, de joven o de adulto, esas bellas palabras que marcaron toda nuestra eternidad: "Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo".

Por eso creemos en un Dios de vivos. No moriremos si cerramos nuestros ojos al final de nuestra vida y confiamos en que los abriremos en el cielo.

Pensemos de cara a la eternidad como verdaderos hijos de Dios y resucitaremos, ya no para vivir como hombres heridos por el pecado, sino como ángeles que contemplan en la eternidad la maravilla del Señor.


Para ridiculizar la resurrección y poner a Jesús en una situación difícil, le presentan un caso paradójico y absurdo: una mujer que ha tenido siete maridos, todos hermanos entre ellos, los cuales, uno detrás de otro, han muerto. Y he aquí entonces la pregunta maliciosa dirigida a Jesús: Esa mujer, en la resurrección, ¿de quién será mujer? Jesús no cae en la trampa y reafirma la verdad de la resurrección, explicando que la existencia después de la muerte será distinta de la de la tierra. Él hace entender a sus interlocutores que no es posible aplicar las categorías de este mundo a las realidades que van más allá y que son más grandes de lo que vemos en esta vida.
(Homilía de S.S. Francisco, 6 de noviembre de 2016).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Buscaré la fecha de mi bautizo, intentaré recordarla y la celebraré cada año por el resto de mi vida.

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

24 noviembre 2017

Una casa de oración

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Oración preparatoria 
Cada instante de esta vida es un don. Hoy tengo éste entre las manos. Quiero vivirlo con todo mi ser. Gracias por este regalo, Señor.


Del santo Evangelio según san Lucas 19, 45-48

Aquel día, Jesús entró en el templo y comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban allí, diciéndoles: "Está escrito: Mi casa es casa de oración; pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones.

Jesús enseñaba todos los días en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los jefes del pueblo intentaban matarlo, pero no encontraban cómo hacerlo, porque todo el pueblo estaba pendiente de sus palabras.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
La casa del Señor era casa de oración. Mi casa, ¿es casa de oración también? Podría examinar, ¿con qué actitud se vive en mi casa?, ¿con qué actitud vivo yo?, ¿con una actitud de búsqueda de Dios?, ¿con una actitud de vivir en la verdad?, ¿con una actitud de honestidad?, ¿qué valores transmito en mi casa?, ¿qué transmite mi persona?, ¿qué dirección lleva mi vida?, ¿cuáles son las intenciones de mi corazón?

Orar es vivir en unión con Dios. Él es la verdad, la caridad, la bondad, la belleza. Uno puede unirse a Dios por medio de las palabras, de los pensamientos, de las acciones. Sin embargo, la oración más completa, la unión más completa, es la que se hace con toda la vida, con todo mi ser. Y mi ser comienza por manifestarse a través de mis intenciones. Toda verdadera intención madura en una acción.

Te pido la gracia, Señor, de tener un corazón lleno de buenas y verdaderas intenciones, con intenciones grandes, con intenciones altas, con intenciones que vayan siempre buscándote a Ti. Y así comenzará mi casa a ser también una casa de oración.


Los jefes del templo, los jefes de los sacerdotes y los escribas había cambiado un poco las cosas. Habían entrado en un proceso de degradación y habían convertido en impuro al templo, habían ensuciado el templo. Esto tiene algo que decir también a los cristianos de hoy, porque el templo es un icono de la Iglesia. La Iglesia siempre -¡siempre!- experimentará la tentación de la mundanidad y la tentación de un poder que no es el poder que Jesucristo quiere para ella. Jesús no dice: "No, esto no se hace, hacedlo fuera"; sino "vosotros habéis hecho aquí una cueva de ladrones". Cuando la Iglesia entra en este proceso de degradación el final es muy feo. ¡Muy feo!"
(Homilía de S.S. Francisco, 20 de noviembre de 2015, en santa Marta).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Rezaré un Vía Crucis para unirme y encontrarme con Cristo en su pasión, buscando aplicar lo meditado en mi corazón.

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

23 noviembre 2017

Y no te reconocí

BY enformacondios No comments





Oración preparatoria 
Jesús, gracias por este momento que me regalas para poder estar contigo. Tienes algo que decirme hoy. Tu amor infinito y eterno busca todas las maneras de entrar en mi corazón y una de tus favoritas es traerme hasta Ti para tener un rato de intimidad.

Creo en Ti, Jesús, pero ayúdame a creer en mi día a día que tu amor por mí es infinito, eterno, maravilloso y que te ha llevado hasta el extremo de darlo todo por mí.

Aumenta mi confianza. Ayúdame realmente a abandonarme en tus manos de Padre. Tú sólo quieres mi felicidad…

Te amo, Jesús, pero dame la fuerza de amar en cada momento como Tú amas. Enciende en mí el fuego de tu amor para permitirte amar y glorificar al Padre sirviendo a los que me rodean.

En tus manos pongo todo mi ser y te suplico que me ayudes a escuchar tu voz.



Del santo Evangelio según san Lucas 19, 41-44

En aquel tiempo, cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y contempló la ciudad, lloró por ella y exclamó:

"¡Si en este día comprendieras tú lo que puede conducirte a la paz! Pero eso está oculto a tus ojos. Ya vendrán días en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán y te atacarán por todas partes y te arrasarán. Matarán a todos tus habitantes y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no aprovechaste la oportunidad que Dios te daba".

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Jesús, ¿cuántas veces has venido a mí también sin que yo te sepa reconocer? Has venido a tocar a la puerta de mi corazón tantas veces, ¡y qué pocas he sabido reconocerte y dejarte entrar!

Has sido Tú quien por la calle me ha extendido la mano pidiendo un poco de pan para comer.

Eras Tú quien, tantas veces, vino a mí pidiéndome un consejo o suplicando un poco de comprensión.

Eras Tú quien tocaba mi hombro y sufría conmigo cuando pasé por ese momento difícil que me hizo levantar mi voz y preguntarte dónde estabas.

Has venido tantas veces a mí en una buena noticia, en una enfermedad, en un amigo, en un necesitado, en la Eucaristía y en la calle… ¡y no siempre te he sabido reconocer en mi prójimo!

Perdóname, Jesús, si hasta ahora no he sabido reconocerte. ¡Aumenta mi fe! Ayúdame a saberte descubrir en cada momento de mi vida y en cada persona que me rodea. No permitas que sea indiferente a tu venida y dame la gracia de servirte en los demás como Tú te lo mereces. Amén.


"Si nosotros caemos en esta insensatez y nos alejamos, él experimenta esta nostalgia. Nostalgia de nosotros. Hasta el punto que Jesús con esta nostalgia llora, lloró por Jerusalén: era la nostalgia de un pueblo que él había elegido, había amado, pero que se había alejado por insensatez; había preferido las apariencias, los ídolos o las ideologías."
(Homilía de S.S. Francisco, 17 de octubre de 2017).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy voy agendar mi próxima dirección espiritual que preparé con empeño para descubrir qué lugar ocupa realmente Jesús en mi vida.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

22 noviembre 2017

Desenterrar el tesoro recibido

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Oración preparatoria 

Señor, enséñame a ser fiel y a multiplicar para el bien los dones con los que has enriquecido mi vida, para poder amar más y mejor a Ti y a todos los demás, especialmente aquellos que están más cercanos y necesitados.

Del santo Evangelio según san Lucas 19,11-28

En aquel tiempo, como ya se acercaba Jesús a Jerusalén y la gente pensaba que el Reino de Dios iba a manifestarse de un momento a otro, él les dijo esta parábola:

"Había un hombre de la nobleza que se fue a un país lejano para ser nombrado rey y volver como tal. Antes de irse, mandó llamar a diez empleados suyos, les entregó una moneda de mucho valor a cada uno y les dijo: "Inviertan este dinero mientras regreso".

Pero sus compatriotas lo aborrecían y enviaron detrás de él a unos delegados que dijeran: "No queremos que éste sea nuestro rey".


Pero fue nombrado rey, y cuando regresó a su país, mandó llamar a los empleados a quienes había entregado el dinero, para saber cuánto había ganado cada uno.

Se presentó el primero y le dijo: "Señor, tu moneda ha producido otras diez monedas". Él le contestó: "Muy bien. Eres un buen empleado. Puesto que has sido fiel en una cosa pequeña, serás gobernador de diez ciudades".

Se presentó el segundo y le dijo: "Señor, tu moneda ha producido otras cinco monedas". Y el señor le respondió: "Tú serás gobernador de cinco ciudades".

Se presentó el tercero y le dijo: "Señor, aquí está tu moneda. La he tenido guardada en un pañuelo, pues te tuve miedo, porque eres un hombre exigente, que reclama lo que no ha invertido y cosecha lo que no ha sembrado". El señor le contestó: "Eres un mal empleado. Por tu propia boca te condeno. Tú sabías que yo soy un hombre exigente, que reclamo lo que no he invertido y que cosecho lo que no he sembrado, ¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco para que yo, al volver, lo hubiera recobrado con intereses?"

Después les dijo a los presentes: 'Quítenle a éste la moneda y dénsela al que tiene diez'. Le respondieron: 'Señor, ya tiene diez monedas'. Él les dijo: 'Les aseguro que a todo el que tenga se le dará con abundancia, y al que no tenga, aun lo que tiene se le quitará. En cuanto a mis enemigos, que no querían tenerme como rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia' ".

Dicho esto, Jesús prosiguió su camino hacia Jerusalén al frente de sus discípulos.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

En el evangelio de ayer, meditábamos en el encuentro de Jesús con Zaqueo y cómo ese encuentro le cambio la vida.Hoy continuamos con Jesús en la casa de Zaqueo, pero los invitados a oír al Señor somosnosotros. Esta parábola es una de las pocas ocasiones donde Jesús utiliza la imagen tan explícita de Él como rey.

El rey que nos muestra el Evangelio, parecería que es un rey que no sabe nada de matemáticas y economía. En primer lugar, llama a diez servidores y a lo diez les da la misma cantidad de dinero sin importar qué tan buenos son para los negocios. En segundo lugar, cuando regresa, sólo llama a tres para que le den cuentas de cómo han administrado el dinero. ¿Dónde están los otros siete?

Siete es el número bíblico de la perfección. Ahí está nuestra parte dentro del Evangelio. Dios nos dio diez onzas del oro más puro… Nuestra vida, nuestra familia, cualidades y talentos, también nuestras debilidades o nuestra enfermedad, nuestra llamada a estar más cerca de Dios, nuestra vocación a ser santo…

La pregunta del millón, ¿acaso por miedo estamos escondiendo todo ese oro bajo tierra? Hoy el Señor nos invita a empezar a desenterrarlo, porque el que es fiel en lo poco, tendrá una enorme recompensa en el Reino de los Cielos. No seamos como los ciudadanos que aborrecían al rey. Digámosle hoy con todo nuestro corazón ¡Cristo Rey nuestro, venga tu Reino!


"Un joven: san Francisco Javier, que muere en las playas de Shangchuan, mirando a China, a los cuarenta y seis años. Tan joven que, precisamente, se podría decir incluso "un desperdicio", hasta preguntarse por qué "el Señor no le dejó allí un poco más". Pero la actitud de san Francisco Javier fue la de decir: "hágase tu voluntad, Señor". Él sabe decirle solamente: "He confesado tu nombre hasta el final; jamás, Señor, he escondido la lámpara bajo la cama; me has dado cinco talentos, te daré otros cinco". Y de este modo, en paz, con alegría, se marcha".
(Homilía de S.S. Francisco, 9 de diciembre de 2016).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy daré gracias a Dios por todos dones y talentos que me ha concedido a lo largo de mi vida y revisaré si no estoy dejando escondido alguno para ponerlo a trabajar.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

21 noviembre 2017

Mirar a Cristo

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Oración preparatoria 
Señor, dame la gracia de poder verte hoy.


Del santo Evangelio según san Lucas 19,1-10

En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó, y al ir atravesando la ciudad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y ricos, trataba de conocer a Jesús; pero la gente se lo impedía, porque Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó los ojos y le dijo: "Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa".

Él bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, comenzaron todos a murmurar diciendo: "Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador".

Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: "Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más". Jesús le dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también él es hijo de Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido".

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Recuerdo algunos momentos cuando era pequeño, estando en algunos eventos, por mi estatura no podía ver lo que quería. Algunas veces mis padres me cargaban y la alegría llegaba, por fin podía ver lo que tanto deseaba. Ésa era la situación de Zaqueo, no podía ver lo que deseaba, no podía ver a Dios.

¿Cuántas veces no estoy como Zaqueo? ¿Cuántas veces no puedo ver a Dios en medio de los problemas? Soy muy pequeño y, en algunas ocasiones, los problemas me taparán la cara de Dios. Hay que buscar, como Zaqueo, el árbol de mi vida, ése que está cerca de mí.

Este árbol tiene nombre, el nombre de esposo o esposa, el de hijos, al árbol de mi amigo o amiga de tantos años, el árbol de una oración o una iglesia, el árbol del confesor o director espiritual. Hay tantos árboles que Dios ha plantado en mi vida, yo sólo debo buscarlos.

Pero el árbol no es Dios, sino lo que me ayuda a ver a Dios. El árbol no es mi deseo, mi deseo es ver el rostro de Dios. No hay nada más hermoso que ver el rostro de Dios diciéndome por mi nombre que hoy se quedará en mi casa, que estará en mi vida.

Dios mío, dame la fuerza, el entendimiento y, sobre todo, el amor para buscar ese árbol que me permite contemplarte, para oírte decir que te quedarás en mi casa, que estarás en mi vida descansando en mi corazón.

"Dejémonos también nosotros llamar por el nombre por Jesús. En lo profundo del corazón, escuchemos su voz que nos dice: "Es necesario que hoy me quede en tu casa", es decir, en tu corazón, en tu vida. Y acojámosle con alegría: Él puede cambiarnos, puede convertir nuestro corazón de piedra en corazón de carne, puede liberarnos del egoísmo y hacer de nuestra vida un don de amor. Jesús puede hacerlo; ¡déjate mirar por Jesús!".
(Homilía de S.S. Francisco, 3 de noviembre de 2013).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Buscaré el rostro de Cristo en mi día y rezaré al menos un misterio del rosario para pedir a María su intercesión.

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

20 noviembre 2017

Jesús, ten compasión de mí!

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Oración preparatoria 

Señor Jesús, me acerco a tu palabra con la confianza de un niño. Sé que me quieres hablar a través de ella, pero muchas veces no descubro lo que me quieres decir. Abre mis oídos, Señor, para escucharla y mis ojos para poder descubrir tu presencia atenta y amorosa.

Del santo Evangelio según san Lucas 18, 35-43

En aquel tiempo, cuando Jesús se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado a un lado del camino, pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello, y le explicaron que era Jesús el Nazareno, que iba de camino. Entonces él comenzó a gritar: "¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!". Los que iban adelante lo regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte: "¡Hijo de David, ten compasión de mí!".

Entonces Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?" Él le contestó: "Señor, que vea". Jesús le dijo: "Recobra la vista; tu fe te ha curado".

Enseguida el ciego recobró la vista y lo siguió, bendiciendo a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Estas palabras brotan de un corazón como el mío, Señor. Yo también necesito de tu compasión. Tantas veces descubro que estoy lleno de debilidades, lleno de miserias y no sé a quién acudir. Como el ciego, me siento al borde del camino, no tanto a llorar mis faltas como a lamentarme de mi estado. Hoy pasas una vez más a mi lado; quiero levantarme y pedirte que me sanes, que me acerques más a Ti.

Sé que habrá voces que traten de desalentarme. Tal vez mis problemas, mis amigos o incluso mi familia intenten hacerme dudar del gran amor que me tienes. Aun así, pido tu ayuda, Señor, porque sin Ti no puedo hacer nada.

"¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!"


La presencia cercana de Jesús permite sentir que, lejos de él, nos falta algo importante. Nos hace sentir necesitados de salvación, y esto es el inicio de la curación del corazón. Luego, cuando el deseo de ser curados se hace audaz, lleva a la oración, a gritar ayuda con fuerza e insistencia, como ha hecho Bartimeo: "Hijo de David, ten compasión de mí". Desafortunadamente, como aquellos "muchos" del Evangelio, siempre hay alguien que no quiere detenerse, que no quiere ser molestado por el que grita su propio dolor, prefiriendo hacer callar y regañar al pobre que molesta. Es la tentación de seguir adelante como si nada, pero así se queda lejos del Señor y se mantienen distantes de Jesús y de los demás. Reconozcamos todos ser mendigos del amor de Dios, y no dejemos que el Señor pase de largo. "Tengo miedo del Señor que pasa", decía san Agustín. Miedo a que pase y a que yo lo deje pasar. Demos voz a nuestro deseo más profundo: "[Jesús], que pueda ver".
(Homilía de S.S. Francisco, 4 de marzo de 2016).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

En los momentos difíciles de este día, voy a repetir: "¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!"

DespedidaTe damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

19 noviembre 2017

Aquel que confía en mí

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Oración preparatoria 

Es un misterio, Señor, pero gracias por confiar en mí

Del santo Evangelio según san Mateo 25,14-30
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos se parece también a un hombre que iba a salir de viaje a tierras lejanas; llamó a sus servidores de confianza y les encargó sus bienes. A uno le dio cinco millones; a otro, dos; y a un tercero, uno, según la capacidad de cada uno, y luego se fue.

El que recibió cinco millones fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió un millón hizo un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo regresó aquel hombre y llamó a cuentas a sus servidores.

Se acercó el que había recibido cinco millones y le presentó otros cinco, diciendo: ‘Señor, cinco millones me dejaste; aquí tienes otros cinco, que con ellos he ganado’. Su señor le dijo: ‘Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor’.



Se acercó luego el que había recibido dos millones y le dijo: ‘Señor, dos millones me dejaste; aquí tienes otros dos, que con ellos he ganado’. Su señor le dijo: ‘Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la alegría de tu señor’.

Finalmente, se acercó el que había recibido un millón y le dijo: ‘Señor, yo sabía que eres un hombre duro, que quieres cosechar lo que no has plantado y recoger lo que no has sembrado. Por eso tuve miedo y fui a esconder tu millón bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo’.

El señor le respondió: ‘Siervo malo y perezoso. Sabías que cosecho lo que no he plantado y recojo lo que no he sembrado. ¿Por qué, entonces, no pusiste mi dinero en el banco para que, a mi regreso, lo recibiera yo con intereses? Quítenle el millón y dénselo al que tiene diez. Pues al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que tiene poco, se le quitará aun eso poco que tiene. Y a este hombre inútil, échenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y la desesperación’".

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
A veces se pierde mucho tiempo pensando en qué se va a hacer con aquello que se tiene o también en qué se va a hacer con aquello que Dios nos ha dado. Son preguntas muy válidas, incluso necesarias pero con una especie de caducidad.

Somos conscientes de nuestras capacidades y también de nuestros límites y, con este conocimiento, ponemos manos a la obra y llegamos a dar, algunas veces, más o menos de lo que se nos dio. Asimismo, puede suceder que nos veamos tan limitados que no sepamos qué hacer; nos queremos esconder.

En cualquiera de estas situaciones no debemos olvidar que lo verdaderamente importante no está en lo que tengamos o hagamos sino en que hay Alguien que confió en nosotros..., hubo alguien que nos encomendó su hacienda, que nos encargó sus bienes.

Esta certeza no tiene caducidad; esa motivación es lo que tiene que permanecer y la que nos llevará a dar el doble de lo que hayamos recibido.

Esta certeza no permite fijarse o compararse entre aquellos que aparentemente han recibido más o menos, sino que nos lleva a fijar la mirada en lo esencial... en Aquél que hoy nos confía aquello que tenemos, aquello que somos... en Dios.


Después del final habrá un juicio. Todos seremos juzgados, cada uno de nosotros será juzgado. Por eso nos hará bien pensar: Pero ¿cómo será ese día en el que estaré delante de Jesús, cuando el Señor me pedirá que le rinda cuentas de los talentos que me ha dado o de cómo ha estado mi corazón cuando ha caído la semilla? Sugiero plantearse algunas preguntas: ¿Cómo he recibido la Palabra? ¿Con el corazón abierto? ¿La he hecho brotar por el bien de todos o a escondidas? Un examen de conciencia útil y justo porque todos seremos juzgados y cada uno se reencontrará delante de Jesús. No conocemos la fecha, pero sucederá.
(Homilía de S.S. Francisco, 22 de noviembre de 2016).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Con actitud de acción de gracias, trataré de dar lo mejor de mí en las pequeñas o grandes actividades de mi día.

DespedidaTe damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

18 noviembre 2017

El encuentro de los corazones

BY enformacondios No comments




Oración preparatoria
Señor Jesús, por favor enséñame a disfrutar cada momento de unión contigo a través de mi humilde oración.


Del santo Evangelio según san Lucas 18, 1-8
En aquel tiempo, para enseñar a sus discípulos la necesidad de orar siempre y sin desfallecer, Jesús les propuso esta parábola:

"En cierta ciudad había un juez que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. Vivía en aquella misma ciudad una viuda que acudía a él con frecuencia para decirle: 'Hazme justicia contra mi adversario'.

Por mucho tiempo, el juez no le hizo caso, pero después se dijo: 'Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, sin embargo, por la insistencia de esta viuda, voy a hacerle justicia para que no me siga molestando'".

Dicho esto, Jesús comentó: "Si así pensaba el juez injusto, ¿creen acaso que Dios no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, y que los hará esperar? Yo les digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿creen que encontrará fe sobre la tierra?".


Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
En determinadas ocasiones, es muy fácil decir que no sabemos qué nos pide Dios, inclusive afirmamos, que no le oímos, o peor aún que no nos habla, pero ¿qué tanto nos preparamos para entablar un diálogo de corazón a corazón con Aquél que nos ama? ¿Qué tanto le buscamos? ¿Qué tanto insistimos en el momento de pedir algo? ¿Nos hemos preguntado, alguna vez, si realmente pedimos aquello que necesitamos? ¿Aquello que verdaderamente nos conviene?

Gran enseñanza nos quiere dar Jesús mediante esta parábola, pues quiere disponer nuestro corazón para tener un verdadero encuentro con Él. Quiere que hagamos la experiencia de unos hijos que sienten en su corazón la necesidad de pedir y agradecer a un Padre que está siempre a la escucha de sus pequeños. En todo momento y ante cualquier circunstancia, sea buena o sea mala, el Señor está a la escucha. Lo que no comprendemos muchas veces, es que hay ocasiones en las cuales el Señor ve que lo que pedimos no es conveniente para nosotros, o puede pasar que no insistimos suficiente, quizá sea que nos falta paciencia, esa paciencia de la cual hablaba santa Teresa "Confianza y fe viva, mantenga el alma, que quien cree y espera, todo lo alcanza". Pues Dios, que es un gran Padre y no descuida a ninguno de sus hijos no es ajeno a aquello que le pidamos desde el fondo de nuestro corazón.

No dudemos jamás y no nos cansemos de pedir, pues la esperanza debe de ser esa flama viva que alimenta nuestra confianza a través de la oración, pidámosle ante todo al Señor que nos enseñe a orar, pues como nos recuerda constantemente el Papa Francisco: "Es necesario orar siempre y sin desanimarse".


Como Jesús en Getsemaní, tenemos que orar confiándolo todo al corazón del Padre, sin pretender que Dios se amolde a nuestras exigencias, modos o tiempos, esto provoca cansancio o desánimo, porque nos parece que nuestras plegarias no son escuchadas. Si, como Jesús, confiamos todo a la voluntad del Padre, el objeto de nuestra oración pasa a un segundo plano, y se manifiesta lo verdaderamente importante: nuestra relación él. Este es el efecto de la oración, transformar el deseo y modelarlo según la voluntad de Dios, aspirando sobre todo a la unión con él, que sale al encuentro de sus hijos lleno de amor misericordioso.
(Catequesis de S.S. Francisco, 25 de mayo de 2016.).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy dialogaré con Jesús sobre todo aquello que llevo en mi corazón. Sea bueno, sea malo, lo dejaré en sus manos y tendré la esperanza y la certeza de que serán oídas con mucho amor.

DespedidaTe damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

17 noviembre 2017

Amor con amor se paga

BY enformacondios No comments




Oración preparatoria

Señor, que mi corazón no se vaya detrás de falsos amores sino que, experimentando tu gran AMOR, viva siempre en Ti.

Del santo Evangelio según san Lucas 17, 26-37

En aquellos días, Jesús dijo a sus discípulos: "Lo que sucedió en el tiempo de Noé, así sucederá en el tiempo del Hijo del hombre: comían, bebían, se casaban hombres y mujeres, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces vino el diluvio y los hizo perecer a todos.

Lo mismo sucedió en el tiempo de Lot: comían y bebían, compraban y vendían, sembraban y construían, pero el día que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los hizo perecer a todos. Pues lo mismo sucederá el día en que el Hijo del hombre se manifieste. Aquel día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, que no baje a recogerlas; y el que esté en el campo, que no mire hacia atrás. Acuérdese de la mujer de Lot. Quien intente conservar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará.

Yo les digo esto: aquella noche habrá dos en un mismo lecho: uno será tomado y al otro abandonado; habrá dos mujeres moliendo juntas: una será tomada y la otra abandonada".



Entonces, los discípulos le dijeron: "¿Dónde sucederá eso, Señor?". Y él les respondió: "Donde hay un cadáver se juntan los buitres".

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Comían, bebían, compraban, vendían, plantaban y construían. ¿Está mal comer, beber, comprar, etc.? No. Entonces, si no está mal, ¿por qué recibieron el castigo?

Ellos se dedicaron a quitar de su corazón a Dios, se habían hecho dioses en sus vidas. Las necesidades de los hombres se volvieron más importantes que Dios. "Se fue detrás de sus amantes, olvidándose de mí" (Os. 2,15), se dejaron llevar por las cosas pasajeras. Amaron más a las creaturas que al creador. Ellos mismos fueron sus destructores. Fueron perdiendo poco a poco el amor, pues no tenían a Dios. No quisieron experimentar el amor de Dios en sus vidas para poder, después, amar sin límites. No se dejaron amar para poder amar.

El hombre siempre está en busca de amor, y no se cansa de buscarlo hasta que lo encuentra; pero muchas veces busca en el lugar equivocado. Cuando se experimenta el amor de Dios, el amor verdadero, lo único que uno puede hacer y quiere hacer, es corresponder con amor. Amor como el que ha recibido, pues el amor con amor se paga. No hay que dejar que nuestra vida se quede sin amor, que nuestro corazón deje de latir.

¿Por qué muchas veces me voy detrás de falsos amores, olvidándome del verdadero AMOR? ¿Cuáles son esos falsos amores que tengo en mi vida? ¿He experimentado el amor de Dios?


No retroceder, no mirar hacia atrás, presenta el ejemplo de la mujer de Lot. También el autor de la Carta a los Hebreos recoge este consejo y dice: "Nosotros -los creyentes- no somos gente que retrocede, sino gente que siempre va hacia adelante". Seguir siempre adelante por este camino, contemplando las bellezas, y con los hábitos que todos tenemos, pero sin divinizarlos porque acabarán. Así, pues, que sean estas pequeñas bellezas, que reflejan la gran belleza, nuestros hábitos para sobrevivir en el canto eterno, en la contemplación de la gloria de Dios.
(Homilía de S.S. Francisco, 13 de noviembre de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

En un breve examen de conciencia revisaré si tengo algunos falsos amores que me impidan amar a Dios sobre todas las cosas y trataré de corregirme.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

16 noviembre 2017

El reino de Dios está cerca

BY enformacondios No comments




Oración preparatoria 

Dios mío, concédeme la gracia de poder ser dócil a tu palabra, para que germine desde lo más profundo de mi corazón.

Del santo Evangelio según san Lucas 17,20-25
En aquel tiempo, los fariseos le preguntaron a Jesús: "¿Cuándo llegará el Reino de Dios?". Jesús les respondió: "El Reino de Dios no llega aparatosamente. No se podrá decir: 'Está aquí' o 'Está allá', porque el Reino de Dios ya está entre ustedes".

Les dijo entonces a sus discípulos: "Llegará un tiempo en que ustedes desearán disfrutar siquiera un sólo día de la presencia del Hijo del hombre y no podrán. Entonces les dirán: 'Está aquí' o 'Está allá', pero no vayan corriendo a ver, pues así como el fulgor del relámpago brilla de un extremo a otro del cielo, así será la venida del Hijo del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser rechazado por los hombres de esta generación".

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Hoy el Evangelio nos invita a escuchar la respuesta de Jesús sobre el reino de los cielos, respuesta que ha sido dada por la curiosidad de saber "cuándo iba a llegar el reino de Dios".Ahora es momento de preguntar cuántas veces en mi vida han surgido preguntas que he dirigido a Dios como, por ejemplo: ¿Hasta cuándo…? ¿Por qué…?,entre otras, que, en el fondo, lo que le digo es: "cuándo vendrás a instaurar tu reino?"

Jesús con una mirada paternal me ve a los ojos y dice: Ya estoy en tu corazón, basta que hagas silencio y escuches cuando te hablo desde lo más íntimo de tu corazón. Jesús mismo muestra que el camino para reconocerle, no es fácil, pero que está al alcance de quien quiere encontrarse con Él y su reino.


Dios es cercano, su Reino está cerca: el Señor no desea que lo teman como a un soberano poderoso y distante, no quiere quedarse en un trono en el cielo o en los libros de historia, sino que quiere sumirse en nuestros avatares de cada día para caminar con nosotros. Pensando en el don de un milenio abundante de fe, es bello sobre todo agradecer a Dios, que ha caminado con vuestro pueblo, llevándolo de la mano, como un papá con su niño, y acompañándolo en tantas situaciones. Es lo que siempre estamos llamados a hacer, también como Iglesia: escuchar, comprometernos y hacernos cercanos, compartiendo las alegrías y las fatigas de la gente, de manera que se transmita el Evangelio de la manera más coherente y que produce mayor fruto: por irradiación positiva, a través de la transparencia de vida.
(Homilía de S.S. Francisco, 28 de julio de 2016).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy haré que el día sea agradable para las personas con quienes me encuentre, llevándoles palabras de aliento.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

15 noviembre 2017

¿Dónde estás?

BY enformacondios No comments



Oración preparatoria 
Jesús, una vez más vengo a estar contigo. Estoy en tu presencia. Tú que hiciste las enormes montañas, los inmensos mares, los millones de estrellas, has pensado en mí, en este momento, desde toda la eternidad. Quieres que estemos juntos…¡quieres que viva cada segundo de mi vida con la certeza de que nunca me abandonas! Aumenta mi fe en Ti, Jesús, mi confianza y amor. Recibe mi corazón que hoy viene a estar contigo y dame la gracia de escuchar lo que Tú quieres decirme. Amén.

Del santo Evangelio según san Lucas 17,11-19

En aquel tiempo cuando Jesús iba camino a Jerusalén, pasó entre Samaria y Galilea. Estaba cerca de un pueblo, cuando le salieron al encuentro diez leprosos, los cuales se detuvieron a lo lejos y a gritos le decían: "¡Jesús, maestro, ten compasión de nosotros!".

Al verlos, Jesús les dijo: "Vayan a presentarse a los sacerdotes". Mientras iban de camino, quedaron limpios de la lepra.

Uno de ellos, al ver que estaba curado, regresó, alabando a Dios en voz alta, se postró a los pies de Jesús y le dio las gracias. Ése era un samaritano. Entonces dijo Jesús: "¿No eran diez los que quedaron limpios? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?". Después le dijo al samaritano: "Levántate y vete. Tu fe te ha salvado".

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Muy querida alma:

¿Dónde estás? En muchas ocasiones has venido a pedirme salud para un familiar enfermo o para ti mismo, la solución de un problema o mi ayuda para superar alguna dificultad… ¡y en tan pocas has regresado para agradecerme!

Todas las veces que me pediste algo, te escuché. Nunca tuve oídos sordos para Ti. Nisiquiera cuando me preguntaste - ¡o me reclamaste! - por qué no te escuchaba ni te daba lo que me pedías.... ¡Claro que te escuché! Te amo y mis entrañas se conmueven en lo más profundo de mí cada vez que me hablas. Nunca he dejado de escucharte. Siempre te he dado lo que necesitabas…¡incluso cuando no me lo pedías! Sé que te resulta difícil entender… no te pido que lo hagas… te pido que confíes en Mí.

Ni una sola vez he dejado de darte lo que necesitabas…soy Dios y yo te creé, algo he de saber sobre lo que necesitas, ¿no? Lo que pasa es que cuando te ha parecido que mi gracia no llegaba, es porque tú esperabas lo que querías… pero yo siempre te he dado lo que necesitabas…y tantas veces no han sido lo mismo. Lo sé, pero quiero que seas realmente feliz - ¡no sabes cuánto! - y he estado dispuesto a ir contra tu deseo, pero nunca contra ti.

Soy como una mamá que le da verduras a su hijo enfermo cuando éste quiere dulces… no es que los dulces sean malos…¡son deliciosos!, pero no es lo que necesita el niño para sanar. Y si el niño se empeña en pedir dulces y su mamá no se los da, ¿no podríamos decir que la mamá quiere más que el niño mismo la salud de éste?

Tantas veces me has pedido cosas muy buenas, pero que no eran lo que necesitabas para ser plenamente feliz. ¡Quiero tu felicidad!, ¡y a veces más que tú mismo! Te pido que confíes en mí y que vengas a agradecerme…no porque me hagas un favor, sino porqueasí me das la oportunidad de darte más cosas... igual que al leproso: regresó para agradecerme su curación del cuerpo y se fue también salvado ("vete, tu fe te ha salvado").

Ven, por favor. Te amo y quiero colmarte de mi amor y de mis regalos.

Ven. Aquí te espero.

Att. Jesús.


Recobran la salud mientras van de camino, después de haber obedecido a la palabra de Jesús. Entonces, llenos de alegría, se presentan a los sacerdotes, y luego cada uno se irá por su propio camino, olvidándose del Donador, es decir del Padre, que los ha curado a través de Jesús, su Hijo hecho hombre.
Sólo uno es la excepción: un samaritano, un extranjero que vive en las fronteras del pueblo elegido, casi un pagano. Este hombre no se conforma con haber obtenido la salud a través de su propia fe, sino que hace que su curación sea plena, regresando para manifestar su gratitud por el don recibido, reconociendo que Jesús es el verdadero Sacerdote que, después de haberlo levantado y salvado, puede ponerlo en camino y recibirlo entre sus discípulos.
(Homilía de S.S. Francisco, 9 de octubre de 2016).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy haré una visita a Jesús Eucaristía para agradecerle por todo lo que me ha dado.

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

14 noviembre 2017

Por mandato o por amor…

BY enformacondios No comments




Oración preparatoria 
Señor Padre mío, me abandono a Ti. Haz de mí lo que quieras. Lo que hagas de mí te lo agradezco, estoy dispuesto a todo, lo acepto todo. Con tal que Tu voluntad se haga en mí y en todas tus criaturas, no deseo nada más, Dios mío. Pongo mi vida en Tus manos. Te la doy, Dios mío, con todo el amor de mi corazón, porque te amo, y porque para mí amarte es darme, entregarme en Tus manos sin medida, con infinita confianza, porque Tú eres mi Padre. (Oración del Beato Charles de Foucault)


Del santo Evangelio según san Lucas 17,7-10

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: "Quien de ustedes si tiene un siervo que labra la tierra o pastorea los rebaños, le dice cuando éste regresa del campo: 'Entra enseguida y ponte a comer'? ¿No le dirá más bien: 'Prepárame de comer y ponte a servirme, para que yo coma y beba; después comerás y beberás tú?' ¿Tendrá acaso que mostrarse agradecido con el siervo, porque éste cumplió con su aligación?

Así también ustedes, cuando hayan cumplido todo lo que se les mandó, digan: "No somos más que siervos, sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer".

Palabra del Señor.



Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Me presentas hoy una parábola en la que me invitas a procurar, en todas mis acciones, la pureza de intención. Sería interesante preguntarme cuáles son las motivaciones más profundas de mi actuar, las intenciones que me llevan a trabajar, a rezar, a dedicar tiempo a alguna cosa en lugar de otra, a acoger a tal persona y rechazar a otra. Las intenciones manifiestan mucho qué lugar ocupas en mi vida.

Hoy me invitas a actuar siempre por tu gloria, por tu Reino, por amor a Ti. Evitar en mi vida todo lo que pueda sonar a vanidad, a orgullo, a indiferencia, a amor propio. Cuando cumpla tu voluntad que lo haga por amor, porque de verdad quiero hacerlo y no sólo por cumplir un mandato, por salir de ese compromiso.

Quieres que tenga ante Ti, además, la humildad del que se sabe creatura, necesitado de su Señor, de quien todo lo ha recibido. Ponerme en el lugar que me corresponde, de hijo, de creatura, de servidor, ya implica darte el lugar que mereces en mi vida y en todo lo que hago.

Señor, aparta de mi vida la vanidad de aparecer ante los demás como alguien que no soy, la soberbia de creer que todo lo puedo por mis medios, el orgullo de pensarme superior a los demás, la rebeldía de no darte el primer lugar en mi existencia.


Con la serenidad del cuerpo y del espíritu podemos dedicarnos al servicio. Serenidad, servir al Señor en paz. Los obstáculos -tanto las ganas de poder, como la deslealtad- arrebatan la paz y te llevan a esa picazón del corazón de no estar en paz, siempre ansioso, mal... sin paz. Una insatisfacción que nos lleva a vivir en esa tensión de la vanidad mundana, vivir para aparentar. Así se ve mucha gente que vive solamente para ponerse en muestra, aparentar, para que digan: "ah, qué bueno que es", por la fama, fama mundana. Pero así no se puede servir al Señor. Por ello, entonces pedimos al Señor que retire los obstáculos para que con la serenidad, tanto del cuerpo como del espíritu podamos dedicarnos libremente a su servicio.
(Homilía de S.S. Francisco, 8 de noviembre de 2016, en santa Marta).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Me esforzaré por cumplir mis responsabilidades por amor a Dios y sin quejarme.

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

13 noviembre 2017

Qué escándalo!

BY enformacondios No comments



Oración preparatoria 

Un santo solía decir que todas las cosas que hagamos las comencemos y terminemos con un ave maría. Dios te salve María… Señor, estoy en tu presencia, abre los ojos de mi corazón para que pueda verte, abre los oídos de mi corazón para que pueda escucharte y abre el corazón de mi corazón para que pueda amarte.

Del santo Evangelio según san Lucas 17, 1-6

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No es posible evitar que existan ocasiones de pecado, pero ¡ay de aquel que las provoca! Más le valdría ser arrojado al mar con una piedra de molino sujeta al cuello, que ser ocasión de pecado para la gente sencilla. Tengan, pues, cuidado.

Si tu hermano te ofende, trata de corregirlo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si te ofende siete veces al día, y siete veces viene a ti para decirte que se arrepiente, perdónalo".

Los apóstoles dijeron entonces al Señor: "Auméntanos la fe". El Señor les contestó: "Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a ese árbol frondoso: ‘Arráncate de raíz y plántate en el mar’, y los obedecería".

Palabra del Señor.


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

En la semifinal del 2014 Alemania venció 7-1 a Brasil en casa. Al otro día del partido no se hablaba de otra cosa más que el favorito había sido echado fuera de una manera espantosa. ¡Qué escandalo!

Es imposible que no vengan los escándalos(Lc, 1) pero…¿ puedo ser yo un escándalo para los demás? El escándalo literalmente significa: "piedra con que se tropieza". Podemos ser escándalo para los demás con nuestro mal ejemplo, nuestro obrar errado, con nuestras mentiras, trampas, etc. Seguramente no saldremos en primera plana, o en la portada de la alguna revista, pero cada vez que damos un escándalo dejamos mal parada a la Iglesia de la que somos miembros legítimos por medio del bautismo.

Cristo nos invita en este evangelio a reflexionar en lo grande e importante que es el testimonio de una vida cristiana. Es una utopía pensar que los escándalos no salen de sus casas, al contrario, los encuentras en cada esquina. Por eso, en este Evangelio, Jesús nos da el repelente contra el mosquito del mal ejemplo.

Nos dice: Anden con cuidado.(Lc,3) Es decir, cada vez que vayamos a una fiesta, con unos amigos, al trabajo o a la escuela, debemos estar conscientes de que somos discípulos de Cristo. Por eso no podemos comportarnos de cualquier manera. A donde vayamos andemos con cuidado y combatamos el mal ejemplo con el bueno: con el perdón, con la caridad, con la alegría, etc.

Jesús dice: Más le valdría que le ajustaran al cuello una piedra de molino y que le arrojaran al mar, que escandalizar a uno de estos pequeños. (Lc,2) ¿Por qué cada vez que sentimos en nuestro interior "comezón" de hacer algo malo no nos abrazamos a la piedra que es Cristo y nos arrojamos al mar de la oración? Es verdad que muchas veces las tentaciones parecen más grandes que nosotros, pero sólo en la oración y con la ayuda de Dios podremos vencer. Decía Teodoreto, obispo de Ciro: La oración, a pesar de ser una, lo puede todo.

Pidámosle a María que nos ayude a ser piedras de encuentro entre Dios y los hombres.


¿Pero qué es el escándalo? El escándalo es decir una cosa y hacer otra; es la doble vida. Yo soy muy católico, yo voy siempre a misa, pertenezco a esta asociación y a otra; pero mi vida no es cristiana, no pago lo justo a mis trabajadores, exploto a la gente, soy sucio en los negocios, blanqueo dinero. Esta es una doble vida. Lamentablemente, muchos católicos son así, y estos escandalizan. Cuántas veces hemos escuchado, en el barrio y en otras partes: "pero para ser católico como ese, mejor ser ateo". Es ese el escándalo que destruye.
(Homilía de S.S. Francisco, 23 de febrero de 2017, en santa Marta).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Haré una visita al Santísimo, o una comunión espiritual donde le diga al Señor: "Señor, auméntame la fe". Soy cristiano, soy Iglesia, que nunca sea ocasión de escándalo.

Despedida

Terminemos nuestra oración con un ave María: Dios te salve María…
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

11 noviembre 2017

Podemos tocar la eternidad

BY enformacondios No comments





Oración preparatoria 

Señor, te pido el regalo de crecer en la caridad; de crecer en el interés de amar, de imitarte. Confío en tu ayuda. Confío en tu presencia. Confío en que me acompañas en cada momento.


Del santo Evangelio según san Lucas 16, 9-15

En aquel tiempo Jesús dijo a sus discípulos: "Con el dinero tan lleno de injusticias, gánense amigos que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo.

El que es fiel en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes; y el que es infiel en las cosas pequeñas, también es infiel en las grandes. Si ustedes no son fieles administradores del dinero, tan lleno de injusticias, ¿quién les confiará los bienes verdaderos? Y si no han sido fieles en lo que no es de ustedes, ¿quién les confiará lo que sí es de ustedes?

No hay criado que pueda servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero".


Al oír todas estas cosas, los fariseos, que son amantes del dinero, se burlaban de Jesús. Pero él les dijo: "Ustedes pretenden pasar por justos delante de los hombres; pero Dios conoce sus corazones, y lo que es muy estimable para los hombres es detestable para Dios".


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
El mensaje de Jesús no es un mensaje terreno. Sin embargo, su mensaje sigue estando dirigido hacia los hombres de la Tierra. Vivimos en el mundo y aquí vino Dios a hacerse hombre. No vino a revelarnos una doctrina humana, sino una divina. Una doctrina que va más allá de todo lo creado, pero sin excluirlo. Una doctrina que, desde aquí, nos lleva hacia Él. Una doctrina que nos enseña un "amo" nuevo. No externo, ajeno o extraño a nosotros, sino uno que puede vivir en nosotros. Un mensaje que podemos "encarnar" en cada instante. Uno que, aunque no es terrenal, tiene su eficacia en el corazón de cada hombre y mujer aquí y ahora.

Podemos vivir llenos de ilusión este mensaje. Jesús nos lo muestra: este mensaje no es solo para disfrutarlo en la vida futura, lo podemos vivir desde ahora. No tenemos que esperar a llegar al cielo para saber qué es la bondad. No tenemos que esperar al cielo para poder experimentar el amor. No tenemos que esperar llegar al cielo para poder apreciar la belleza.

En cada instante podemos tocar la eternidad. Cristo nos ofrece su ayuda para poder alcanzarlo. Nos acompaña. Nos regala la libertad para poder quererlo. Viviremos la plenitud en el cielo, pero ya en la tierra podemos descubrirla. El polvo y la ceniza dejarán de ser nuestros amos. Dios se convertirá en el único motivo de nuestro corazón.


Las riquezas son buenas cuando se ponen al servicio del prójimo, de lo contrario son inicuas. Por tanto, el dinero debe servir, en vez de gobernar. Es un principio clave: el dinero debe servir en vez de gobernar. El dinero es sólo un instrumento técnico de intermediación, de comparación de valores y derechos, de cumplimiento de las obligaciones y de ahorro. Como toda técnica, el dinero no tiene un valor neutro, sino que adquiere valor según la finalidad y las circunstancias en que se usa.
(Homilía de S.S. Francisco, 17 de noviembre de 2016).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy viviré con la actitud de amar en cada instante a Dios y, en Dios, a los demás.

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.


10 noviembre 2017

Una astucia cristiana

BY enformacondios No comments


Oración preparatoria 

Oh Jesús, amigo del alma, alimenta con tu palabra a tu hijo tan necesitado de Ti. Que el Evangelio se convierta en una fuente de inspiración para mi vida y la regla que ordene mi obrar y sentir.

Del santo Evangelio según san Lucas 16, 1-8
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: '¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no serás administrador'. Entonces el administrador se puso a pensar: '¿Qué voy a hacer ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener a alguien que me reciba en su casa, cuando me despidan'.

Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo. Al primero le preguntó: '¿Cuánto le debes a mi amo?'. El hombre respondió: 'Cien barriles de aceite'. El administrador le dijo: 'Toma tu recibo, date prisa y haz otro por cincuenta'. Luego preguntó al siguiente: 'Y tú, ¿cuánto debes?' Éste respondió: 'Cien sacos de trigo'. El administrador le dijo: 'Toma tu recibo y haz otro por ochenta'.

El amo tuvo que reconocer que su mal administrador había procedido con habilidad. Pues los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz".

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

"El amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido." Ciertamente, Jesús, no estás alabando un acto deshonesto del administrador, lo que admiras en él es su forma de conseguir "amigos". Al administrador le correspondía parte de las ganancias y él decide invertirlas en aquellos que le pueden ayudar a asegurar un "futuro". Es inteligente, es astuto.

A mí, Señor, me has confiado la administración de muchas cosas: mi familia, mis amigos, mis talentos… sin embargo, no siempre los trato bien ni aprovecho todo lo que me has dado; malgasto tus dones. A veces, ni siquiera me doy cuenta de que están ahí, me ciego, y me preocupo sólo por disfrutar mi vida. No soy lo suficientemente astuto para asegurar el futuro que realmente importa: LA ETERNIDAD.

Todo lo que me das me debe ayudar a ir a Ti. Enséñame, Jesús, a utilizar bien tus dones.


Existe, sin embargo, una astucia cristiana de hacer las cosas con picardía, pero no con el espíritu del mundo: hacer las cosas honestamente. Y esto es bueno. Es lo que dice Jesús cuando invita a ser astutos como serpientes y simples como las palomas: poner juntas estas dos dimensiones es una gracia del Espíritu Santo, una gracia que debemos pedir. También hoy hay muchos de estos estafadores, corruptos... A mí me impresiona ver cómo la corrupción está extendida por todas partes.
(Homilía de S.S. Francisco, 18 de septiembre de 2016).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy, voy a agradecer al Señor por mi familia, mis amigos, mis talentos.

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

09 noviembre 2017

En la mesa del Padre hay siempre un lugar preparado para mí

BY enformacondios No comments




Oración preparatoria 

"Jesús, os amo". Ésta era la oración de un trío de pastorcitos que se encontró un día con tu Santísima Madre. Esta sencilla oración, en la que no había muchos razonamientos o muchos silogismos complicados, estaba cargada de un gran amor. Pues con ese mismo amor de los niños de Fátima quiero yo estar aquí. Con ese mismo corazón de niño que amaba desde la sencillez, quiero amarte, Jesús mío. Que no haya necesidad de decir mucho sino de amar mucho.


Del santo Evangelio según san Juan 2, 13-22

Cuando se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían palomas les dijo: "Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi padre".

En ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito: El celo de tu casa me devora.

Después intervinieron los judíos para preguntarle: "¿Qué señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?". Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré". Replicaron los judíos: "Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?".



Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
"¿Qué señal nos das que tienes autoridad?" Es la crítica que hacen los fariseos a Jesús. Olvidemos por un momento el hecho sino la acción misma. ¿Es acaso criticable? En ningún modo. Si uno sale hacer una encuesta y pregunta si es reprobable defender la dignidad de la casa de Dios, puedo asegurar que nadie condenara lo sucedido. Pues bien, no sólo no es una acción reprobable sino, viéndolo en positivo, es un acto maravilloso, porque el templo es para acoger a todos los que se acercan, no un mercado ni lugar para hacer negocio. Y si lo decimos en frío no lo podemos negar, pero si lo vemos con la propia experiencia creo que será indudable.

Todos hemos podido experimentar el rechazo o la soledad;el no sentirse parte de un grupo. Y en esos momentos podremos sentirnos incómodos y, al mismo tiempo, desear que alguien entre en nuestra vida y nos comprenda, nos reciba en su vida y en su corazón. Esto es acoger. Sin duda podríamos hacer una lista de las personas que nos han acogido y nos mostrado su cercanía cuando lo necesitábamos. Podemos pensar en el niño llegando a un colegio habiendo pasado ya el primer mes de clases y sin conocer a nadie. Ese niño tiene necesidad y, sin duda, no le será indiferente la primera mano que le salga al encuentro.

Pues eso mismo hace Dios en nuestras vidas. Nos sale al encuentro y nos guía por el camino. ¿Para qué estoy en el mundo? ¿De dónde vengo y a dónde voy? El hombre llega al mundo sin nada. Y cada persona que nos muestra el camino del bien y del amor es un lazo que ese Padre nos tiende para llegar a Él. Y con el pecado nos pasa lo mismo. Cuando nos sentimos miserables o fuera de lugar; cuando llegamos a la iglesia para la misa dominical y nos damos cuenta que no damos la talla al ver a otras personas más comprometidas y con más fervor; cuando vemos nuestra realidad, Dios nos mira y nos dice que Él está ahí esperando y que no importa lo que hagamos, pues en su casa habrá un puesto a la mesa preparado para nosotros.


Deseo que esta circunstancia reavive en todos vosotros el amor por la casa de Dios. En ella encontráis una gran ayuda espiritual. Aquí podéis experimentar, cada vez que queráis, el poder regenerador de la oración personal y de la oración comunitaria. La escucha de la Palabra de Dios, proclamada en la asamblea litúrgica, os sostiene en el camino de vuestra vida cristiana. Os encontráis entre estos muros no como extraños, sino como hermanos, capaces de darse la mano con gusto, porque os congrega el amor a Cristo, fundamento de la esperanza y del compromiso de cada creyente.
(Homilía de S.S. Francisco,7 de marzo de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy haré un rato de adoración a la Eucaristía y pediré al Señor la gracia de sentirme acogido en su casa.

Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

08 noviembre 2017

Ser cristiano

BY enformacondios No comments


Oración preparatoria 
Señor, dame la gracia de escuchar tu Sagrado Corazón.

Del santo Evangelio según san Lucas 14,25-33

En aquel tiempo, caminaba con Jesús una gran muchedumbre y él, volviéndose a sus discípulos, les dijo:
"Si alguno quiere seguirme y no me prefiere a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, más aún, a sí mismo, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga con su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.

Porque, ¿quién de ustedes, si quiere construir una torre, no se pone primero a calcular el costo, para ver si tiene con qué terminarla? No sea que, después de haber echado los cimientos, no pueda acabarla y todos los que se enteren comiencen a burlarse de él, diciendo: ‘Este hombre comenzó a construir y no pudo terminar’.


¿O qué rey que va a combatir a otro rey, no se pone primero a considerar si será capaz de salir con diez mil soldados al encuentro del que viene contra él con veinte mil? Porque si no, cuando el otro esté aún lejos, le enviará una embajada para proponerle las condiciones de paz.


Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo".

Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

A muchos nos da miedo la idea de tener que cargar con una cruz, esto es algo natural, a nadie le gusta tener dolor o sufrir por algo. Hace algún tiempo una persona me preguntó, ¿por qué para ser cristiano hay que cargar con una cruz? ¿Si Dios es bueno por qué nos pide eso?

Ser cristiano no es cargar una cruz, ser cristiano es responder al "sígueme" de Jesús; es caminar todos los días junto a Él. Ser cristiano no es tener una vida sencilla o fácil, ser cristiano es tener una vida donde está Cristo. Cristo no me promete una vida sin cruz sino me promete una vida con Él. De mí depende cargar una cruz con Cristo o sin Cristo.

Pero la cruz es algo real, algo que cuesta y pesa. Al mismo Cristo le pesó y se cayó, pero siguió caminando porque Él no miraba la cruz, Él caminaba mirándonos, caminaba amándonos. Así debo cargar mi cruz, mirándoley amándole.

Ser cristiano significa caminar mirando el rostro de Cristo con el corazón, amarlo cuando la cruz pesa o es ligera, cuando la cruz es grande o pequeña. Ser cristiano es estar con Cristo. ¿Cómo cargo mi cruz? ¿Miro a Cristo?

Señor, permíteme que jamás aparte mi corazón de tu rostro, que siempre pueda verte aun cuando me pese la cruz, que siempre pueda amarte. Amén.

"No llevar la cruz sólo como un símbolo de pertenencia, como "un distintivo", sino mirar al Crucificado como a "este Dios que se he hecho pecado" para salvarnos".


Poner a Jesús en medio de su pueblo, es asumir y querer ayudar a cargar la cruz de nuestros hermanos. Es querer tocar las llagas de Jesús en las llagas del mundo, que está herido y anhela, y pide resucitar.
Ponernos con Jesús en medio de su pueblo. No como voluntaristas de la fe, sino como hombres y mujeres que somos continuamente perdonados, hombres y mujeres ungidos en el bautismo para compartir esa unción y el consuelo de Dios con los demás.
(Homilía de S.S. Francisco, 2 de febrero de 2017).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Ver el rostro de Cristo en las cruces que se me presenten el día de hoy.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.